Oh, mujeres !

 

 

 

 

Sonetos  amorosos

(2016-2021)

 

de

 

 

JOSÉ MARÍA TORRES MORENILLA

 

 

 

 

 

 

Una rosa en una mujer morena

Una rosa en tu pecho, muero al verla,

una esencia de ti tan perfumada,

una palabra muda y otra atada

un suspiro atrapado por comerla,

 

déjame ver tu rosa como perla

que orle en mi capullo acostumbrada

a ser mi rosa de amor de amor prendada

en tu carne morena y quererla.

 

Eres fragante rosa en suave nido,

de armónicas palabras, aligerada,

rubor de noche y cálido latido.

 

En tu locura hermosa bien guardada

está mi obra que a tu belleza he unido,

pues eres mi ser, mi mundo y mi alegría cantada.

 

 

Otro verso a la mujer que uno es poco

Menos mal que hubo mujer en mi vida,

y me sentí a gusto entre sus brazos

me abrió la vena que venía hecha pedazos

y la canté con el alma enseguida.

 

Si yo no hubiera errado por perdida

cuanta ilusión fue tenerme en sus abrazos,

de mi vida solo quedaran los retazos

pues fue amor lo de ella y bienvenida.

 

La encontré, la gocé, y enamorado

en esta vida al fin tuve contento

me dio la vida y dejé lo atormentado,

 

abriome el paraíso tal me lo cuento

en este verso que sale alborozado

pues solo con pensarla qué bien me siento.

 

 

Soneto corto

Cortito me hizo Dios de un solo trazo,

ni piernas ni cuerpo dio para mi abrigo,

termino antes que empiezo y no prosigo,

primero llego al suelo de un batacazo.

 

Tan corto me hizo Dios que yo me digo,

¿ no pudo hacerme entero y no un pedazo-

y aún esto es grande, mejor pongo retazo-,

pues corto soy si empiezo y no me sigo?

 

¡ Cómo crecen las gentes a mi lado!

aún las mire de frente soy más bajito,

no les llego al cogote ni aún empinado.

 

Y en cuanto a las doncellas: no soy chiquito

 abajo, presumo de enamorado,

pues corto soy de talla, no de palmito.

 

 

El amor es incansable

No se cansa mi amor de más amar

ni se agota del todo si agotado,

no me deja vivir si ha comenzado,

ni me deja de amar y disfrutar.

 

Me suspira y como tiembla al mirar

y me ciega y me nubla si mirado,

se me tumba en el lecho, a mi lado,

y no cesa de amar al despertar.

 

Me suplica y me lleva a amarlo todo,

una brizna en el aire solivianta,

una perdida sombra es su acomodo.

 

La belleza y fealdad une y encanta,

más que amor es señor sabelotodo

que me empuja y me pesa como manta.

 

 

A los que de amor hablan sin saber

Por qué escribe amor quien nunca fue

amante, ni amoroso, ni fue amado,

quien dijo que el amor era pecado,

y puso nombre a lo que nunca ve.

 

Amor es amar y amar es fe,

creer en lo que ha sido y no ha llegado,

pasar a más sin haber empezado,

no recelar ni preguntar por qué.

 

Yo tuve un amor lejanamente,

más allá de mí vivía, entre sus cosas,

 llegaban sus noticias diariamente,

mi ilusión las acogía como rosas

que mi amor llenaban solamente,

y hasta el aire engordaba con sus glosas.

 

 

Una vida escrita

Espero que al vivir en dulce siembra

toda mi duda y el vacilar espante

 lo que en mí se llene el bien me cante

la dulce sombra alada que remembra.

 

Tanto de mí como de ti resiembra

el buen amor conjuros de un instante,

es eterno el azar que en adelante

brillará más que el sol sobre mi hembra.

 

Es la verdad postura que al postrarse

el mundo eleva y a la virtud ensalza,

cancioncillas de amor que amor descalza

 

y en dulce siega atado al mostrarse

tanto de mí como de ti nos alza

al dulce sueño para leer y estarse.

 

 

El árbol del amor

Subí a un árbol hasta tocar el cielo

y mágico ascendía alegre y duro,

ganaba por ganar y no me apuro

por ser tu árbol, amor, subido en celo.

 

Tan poderoso y ardiente rompí el velo

en la mirada tuya de amor puro

encendí en mis ramas más seguro

otro fuego misterioso de tu hielo.

 

Amada eres frugal y en campo tienes

mis caricias cogidas de tu mano,

quitas mi alma, cuando vas y vienes,

 

entre árboles y tierra, por lo sano,

besas mi árbol erguido y lo sostienes

ascendido en tu amor y soberano.

 

 

A la virtud del cielo

Serenamente tú por tu lindeza

serena la premura si me miras,

serena la virtud con que me animas,

el mundo lo serena tu pureza,

 

por esa claridad haces espesa

la nube como blanca en que me miras,

contigo se va el alma y así me animas

a unir mi arrobo a tu delicadeza.

 

El aire se serena y en mundo olvido

llena de claridad el verso amado

y calla por cantar cuanto hayas sido.

 

El espacio se ensancha y con agrado

celeste el cambio en la virtud ha unido

el mundo más grande a tu ser cantado.

 

 

El amor ruge como fiera

La fiera de mi amor está que trina

y pugna por llegar a tus caderas,

hundirse contra ti con ansias fieras

y amarte hasta morir que me empecina.

 

Me sube con su entraña tan supina

la forma que le crece si tuvieras

el gusto mío salido y así me vieras

llena de complacencia, más se empina.

 

Los barrotes de amor son duras rejas

donde la fiera ruge y se menea

con ansias locas si en su furor te alejas.

 

No mira el amor tranquilo y se cabrea

si no lo aceptas del todo o si lo dejas,

loco de querer sin que a ti te vea.

 

 

Corazón a calzón quitado

No me quieras que no me lo merezco,

pégame con dureza en lo más duro,

que ha sido lo infiel a un amor tan puro,

el tuyo, renuncia a mí que así padezco.

 

Niega el pan y la sal a cuanto ofrezco,

mi pérfido amor a tu amor seguro

en lo que niegues de eso yo me curo,

si me quieres bien no ames lo que aborrezco.

 

También soy mentiroso, a veces miento,

te estoy mintiendo ahora lo que digo,

quiéreme mucho más que estoy hambriento

 

del amor que nunca buscas conmigo,

pues sobra amarte y por sobrado sigo

clamando por tu amor con gran portento.

 

 

El buen matrimonio

Del hombre la mujer parte su coro

y en ara a la verdad la da tenida

con suerte rara el hombre en la vida

encuentra una mujer como de oro.

 

Por su bien le trabaja y con decoro

su casa alegre y limpia da acogida

a una paz bulliciosa bien mecida

en la lumbre de amor de su tesoro.

 

Siempre es fiesta en el hombre enamorado

si una mujer hermosa así lo quiere,

para sentirse el más afortunado.

 

Quien así tiene y el bien prefiere,

no hay día umbroso, ni haber malhadado

en hombre que a una mujer buena se uniere.

 

 

Vuelve amor

Engullido de amor y sus fatigas,

cansado espero a vuelta con la vida,

a la fortuna ya la di perdida,

si por amor escribo las cantigas.

 

El amor nos unió por las barrigas

mas pronto, por yo no sé qué parida

nos desunió y nos dejó en la partida,

quedados separados y como higas.

 

Si para atrás volvieran los amores

revivieran lo mucho que han querido,

vendría lo que se había perdido,

 

que en esto de volver a los candores

un amor tan joven y consentido

renace con más fuego y más fulgores.

 

 

Flor que brota sobre oscuros lodos

Oh dicta la razón claras sus cosas,

tan claras dicta y forman un riachuelo

como aguas van cara a cara del cielo,

en la quietud del mundo brotan brozas.

 

Por esta la razón no salen rosas,

que son locura hermosa puesta en celo,

salen matemáticas, ponen velo

a la estricta verdad sin ser hermosas.

 

Yo quiero la belleza en esta vida,

la que mejora el tiempo y sus modos

y a ti te hace por ello muy querida.

 

Por bella, por mujer, por ser de todos

la ínclita razón de amor unida

y flor que brota sobre oscuros lodos.

 

 

Te amo en asonante y sin catorce costados

No es con sonetos como amé de veras

ni es mi verdad amarte con sonetos,

que mis versos los llevo de amuletos

y todo lo que quiero es que me quieras.

 

Te amo con tal fuerza porque tú fueras

mi vivir, que escribir no fueron retos

ni decirme o llevarte en mis secretos

más allá de la tumba y me leyeras.

 

Te amo sin consonantes ni catorce costados,

ni con la vida a cuestas, ni la verdad suprema,

te amo para que tú quieras, de mi alma sacados,

esos locos de amor que no fueron un poema

sino la sangre y mi vida en mis sueños juntados,

para ti, hermosa mía, con mi clara y mi yema.

 

 

Soneto improvisado

Qué dulce amor que llega hasta mi boca

y en mis labios dibuja unos labios divinos,

como pétalos rosados y velos cristalinos,

parecen vuelos en mi alma loca.

 

Qué grandes son, pues si materia es poca,

más materia acumulan en sus bellos trinos

y el silencio que adensa con su arpa y atinos,

la alegría me dan que a tu belleza toca.

 

Qué dulce es amor que de fina entraña

a mí me tiene tan generosamente,

me hace vivir, y con delicada saña

de mí saca el amor y poderosamente

en el suyo me mete y no me engaña,

porque es eterno amor y amar lo siente.

 

 

Gozar tu mirada

Donde mira la dicha y como día

a mí viene vestida  de ataduras,

crisol azul, torrente de aguas puras

en silencio total, como alegría,

 

la dicha va en alas de poesía

y veraz se atreve a bajar alturas

con que amor escribe altos y llanuras,

y así amor me llega cada día.

 

Cada día muero en gozo al amarte

y por amar yo siento que soy amado,

no sé si muerto, vivo, o si encontrado

 

en ti encontré el amor que no en el arte

que no hay arte mayor que el ser gozado

por el gozo de amar solo al mirarte.

 

 

Soneto del arrepentimiento

Me pesa haberte dicho eso y eso,

el alma me acongoja y hoy lo siento,

mejor hubiera callado, más si miento

y todo lo que te dije me hace preso.

 

Cuanto eres razón, mujer, es embeleso,

el alma entrego y a esta vida cuento,

no desgrano palabras, que las lleve el viento,

  repito mil veces mi dicha es tu beso.

 

Por eso, hoy, lejano y tan sembrado,

herido ayer por tus palabras airadas,

comprendo que hice mal y fui alocado

y desde hoy, eterno el ay de mis cantadas,

te mando este loor a ti sacado

  en contra de mis palabras atolondradas.

 

 

Otra vez a mi airada enemiga

Me gusta que me gustes y no me gustas,

seas mi enemiga al fin idolatrada,

cambies mi mundo azul por tu mirada,

estés y no me estés si me disgustas.

 

Mis palabras arrecian con mil fustas

dardos de amor herido para mi amada,

enemiga del alma, tan mal llevada

en la esquina feroz con que me asustas.

 

Querida, tu tiempo ha sido y no lo sabes,

crees que perdieron los tuyos por un mal juego,

como siempre creyó el que apagó su fuego;

para que amor me supla y no te acabes

haz conmigo un regalo por este asunto

y únete al amor mío, punto por punto.

 

 

La bolita del mundo

Mi amor me llama y yo me voy corrido

de prisa y sin parar toco en su puerta,

el alma para mi amor siempre está alerta,

llámame más a menudo es lo que pido.

 

Por un mundo un amor y de seguido

otro mundo mejor que me despierta,

abre su puerta al mío y estando abierta

entrará mi alegría de consentido.

 

Quiérame tu finura y así tocado

lléname de besos tuyos y tu cariño

mímame que con tus mimos voy entregado.

 

En tus abrazos juego como un niño,

beso tus argumentos embelesado,

me como tu alma toda y me encariño.

 

 

Mi vida se fue corrida

Vivir, desperdiciar, coger, tirar,

a primeras horas del día ya estoy tirando,

tirando de un amor, desperdiciando,

pues antes que llenar fue mi vaciar.

 

Tirar mi tiempo con gentes al mirar

cosas que no me van ni son estando,

dar más de mí de lo que me fueron dando

y a quienes más les di nunca esperar.

 

Cuando la tarde, en medio, tan hermosa

a pasear invita yo me mudo

y pienso más que en mí en otra cosa.

 

Nada guardo de mí y en lo que ayudo

se va mi alma salida y quejumbrosa

por no dejar en mí lo que de mí pudo.

 

 

Anclado por amor

 En la fuente tan blanca donde el agua para

y no cesa de manar y de saltar corriendo

vide lo más bello de ti a mí viniendo,

los ojos más hermosos en una cara.

 

Bullí de amor y el alma se animara

saliéndose como de mí y a ti huyendo

la alegría incontenible de mi amor trayendo

y en la fuente de mármol borboteara.

 

Mírenme esos ojos tan divinos

que no son de mujer sino del cielo

y no por un tiempo corto, en los destinos

del eterno fluir y el transparente velo

que el amor asalta y bulle por caminos

espumosos y alegres de su celo.

 

 

El amante arrepentido

Si digo que te quiero no me creas,

es porque sin ti ahora yo no vivo,

me olvidé de vivir, por eso escribo

sin saber escribir por que me leas.

 

Tú no sabes quién eres, aunque me veas

parezco exagerar de amor obsesivo,

eres tan importante que no concibo

más que estar contigo, seas como seas.

 

Vuelve a mí que hasta el aire se me espesa,

la vista se me nubla y el alma aprieta

un dolor insoportable que me apresa.

 

Yo te pido perdón, y no es por treta,

me duele haberte amado sin cabeza,

por eso te digo perdona al poeta.

 

 

La fuente

Brota agua gozosa que das la vida

y contra la vida bulles mil mundos,

das a mi sed de amor sueños profundos,

y confortas mi alma en ti bebida.

 

Si celestial vagáis como salida,

fecundáis alegre soles rotundos,

sonora y callada, cantos fecundos,

los cristales de agua os ven vestida.

 

Una fuente de gozo sacó mi agua,

luna de crisantemo, hojas de plata,

tras su paso oscuro, fuego que fragua,

 

dame tu agua, amor, que si amor cata

una fuente tan dulce bajo tu enagua

por beberla mi sueño mi muerte mata.

 

 

A una amada que me guiña

 Me haces ser otro, me llenas con tu vida,

me parece que vuelo sobre todas las cosas,

alas de oro me das, frescura de las rosas,

me haces ser alegre en seguida.

 

No te vayas de mí no hay más salida

que amarte y más amarte mariposas

vuelan en mi vientre estrepitosas,

solo con recordar a mi más querida.

 

Se fue mi barco por una mar salada

tan llena de esperanza y agitadora

y en medio de esa mar abrasadora

quemó mi barca su vela que fue alada

y surcó los frentes, avasalladora,

teniéndote por mar y conquistada.

 

 

Soneto amoroso

A trancas y barrancas sale el soneto,

no sé por qué le llamo tal a esta cosa,

creo que sale de mí si solo roza,

de la bruta manera y más discreto.

 

Pero le llamo así, es un soneto,

y como soneto sale y se hace broza

que como llama crece y se alboroza

de consumirme a mí y a mi esqueleto.

 

Te doy mi vida, amada, lo doy todo,

nada dejo de mí cuando te escribo,

de mi raíz te sale en rudo modo

mi palabra más íntima si llego vivo

y luego muero pronto y me acomodo

al sueño más hermoso que en ti concibo.

 

 

Impromptu musical

Más me parece estar y aún lo siento,

bajo la luminosa esfera dorada y breve,

que me parezca ser  aunque se lleve

la música celestial mi sentimiento,

 

que aún con la dicha no venga más viento,

y en la serena razón tan suave llueve

el bronco delirio de ser, que en aire mueve

la furia y sin razón, duro, incruento.

 

A ti te quiero, inolvidable el día,

en esta hora atroz, por ti en bandada

sube al cielo esta alegría mía

 

y en cuanto ser adoro y por ganada

tengo el alma perdida en esa melodía

que para mí cantaste, amor, y es gozada.

 

 

El delirio de la rosa

Delirio de la rosa por ser rosa,

del mar crepúsculo en la razón tan leve,

delirio del amor que poderoso lleve

a la locura de gozarla por hermosa.

 

Esta vida que pasa y apenas roza

el tiempo un instante amoroso, breve,

solo es momento de amor y suave mueve

la vida a la quietud fatal que eterno posa.

 

Mas siendo pronta y por común vivida

la siento mía en este mundo amable,

por ser mi rosa eterna y mi elegida.

 

En sus pétalos amorosos deseable

está fragante, exacta, en mí  la vida

que exhala un perfume inmensurable.

 

 

La mujer desnuda de mis sueños diurnos

En blancas sábanas el cuerpo desnudado,

soñando en poco y en lo mucho amado,

así es morena, su cuerpo acurrucado,

que espera mío su amor despertado.

 

¡ Despierta hermosa que al verte te hago mía!

a pleno día eres bella y la mejor poesía,

por la virtud de mostrarte me alzaría,

desnudo a todo a las claras del día.

 

Como el sueño en la mujer gozada

para el amante una mujer tan bella,

si además de querida es desnudada.

 

Así la quiero mía, como centella,

 enciéndeme al instante mi bien amada

¡ y por mi vida, que mi vivir es de ella!

 

 

Soneto libérrimo

 Me gusta estar entre la gente,

 que el mundo se llene más y más,

me gusta que me den su amistad

y ser uno más entre mi gente.

 

Soy de todos y todos son mi mente,

mi soledad está llena de verdad

y el mundo será divino de verdad

si estoy con todos y todos son mi gente.

 

De nada vale lo oscuro y lo apartado,

lo retorcido, escaso y divergente,

me vale amar si por amar se siente

el alma de las vidas que han amado

y a mi me dejan de tanto amor colmado,

 pues ellos son mi verdad y son mi gente.

 

 

El amor goza de tu ausencia

Me calma el escribir y en un instante

yo gozo en ti y estoy enamorado

que es el amor mi más dulce bocado,

lugar donde yo escribo en lo distante.

 

Si espero por que espero y aún constante

digo cantarte amor, me has inspirado,

si no porque el silencio me ha encontrado

con más belleza para sentirme amante.

 

Como todas las estrellas me miraran

y mi noche hirieran de belleza ahítas

así mi voluntad ni movieran ni cambiaran,

 

que en todas las estrellas tan bonitas

estás tú y en mi vivir brillaran,

herido el corazón, tus dichas infinitas.

 

 

El viejo limón

Un viejo limón dormía cachondo

colgado de un peral como un despojo,

el aceite que perdía, lechoso y flojo,

el aire contaminaba de rubio hediondo.

 

Asomado a las ramas de la arruga de lo hondo,

meneaba la fruición, con rigor y con arrojo,

sobre el pretil del huerto, arrugado y sin sonrojo,

el oro viejo dejaba mondo y lirondo.

 

Limoncillo de los sastres en la tela estirado

dibuja sobre las rayas proyecto muy delicado,

costurones que se cruzan sobre hilachos que abortan,

 

las sisas y las manguitas que las tijerotas cortan,

el hombre, tal proyectado, viejo limón,

ve que ha pasado su tiempo de un tirón.

 

 

La vida airosa

Los árboles se animan y juntos suenan

un aire primordial con sol y cielo

inunda primoroso sobre el suelo

y hace ligero el modo que lo llenan.

 

La vida en ese instante desmelenan

y pone pies en alas y en paralelo

alcanzan la alegría y gran consuelo,

  todos cantan alegres y se consuenan.

 

Como los árboles en días gloriosos

así camina amor entre las gentes

viene de mundos otros y venturosos.

 

Está dentro del aire y en las mentes,

a todos nos hace vivir y ser dichosos,

pues que la vida ama a sus vivientes.

 

 

Las estrellas

Oh cielos que en las estrellas tenéis parada

y con estrellas fijos movéis su vuelo,

exactas en definición, conjuntas, velo

que brilla en la noche con luz contada.

 

Si acoge la grandeza enseñada

más hace vivir los sueños bajo el cielo,

la precisión es causa y su revuelo

de tanta luz es danza musitada.

 

Constelaciones, coros y luceros

 apuntan débiles su realidad tan fuerte,

el alto vivir de mundos verdaderos.

 

Veloces, temibles, sobre la muerte,

el eterno virar de mundos perecederos

y la eterna belleza que parece inerte.

 

 

A la morcilla que un hortelano colgó del árbol

Esa finura alzada en el árbol colgada,

tan negra, oscura, gusana sometida,

esa altivez malsana y atrevida

en el huerto que adorna ilusionada.

 

Sangre y comida es más que gozada,

por un guarro gritón que dio su vida

en una fría mañana y removida

del lebrillón salió por ser asada.

 

Bien sonante canción de especias suena

en las notas y escalas del gusto fino

oh morcilla sutil, untuosa, buena,

 

tu cebolla, piñón y hasta el comino,

da la cumbre guanorra, y entrando llena

en la boca deshaces, oh flor, tu buen cochino.

 

 

Un soneto de amor de mala muerte

Una amada me ama y otra me espera

una tercera lejos aún me advierte

una cuarta más próxima me divierte

y la quinta esperó y hoy desespera.

 

Si la sexta me amó no lo advirtiera,

cuando octava cantó que el cielo es verte,

la novena rezó para perderte

y la décima escribió que me muriera.

 

A la séptima olvidé en las que amaron,

de la undécima huí antes por lela,

 de la doce a la trece fue mala suerte,

 

y una última de locos completaron

las catorce casillas, mi quiniela,

de un soneto de amor de mala muerte.

 

 

Morir crucificado

Siempre habrá mujer venida de muy lejos,

una cadera, un muslo desvestido,

el amor oscuro y el atrevido,

y una caricia al menos en los mollejos.

 

Habrá el amor y yo tiraré los tejos

a mi rubia y a mi morena, pervertido,

me liará el amor y yo consentido

tendré con ellas buenos minutejos.

 

Soy amante y fiel, niño del pozo,

del hondo, granadino, huido y listo,

que gusto de mujer más que la gozo.

 

Por un azar del tiempo, en lo imprevisto,

heme cantado a veces mas solo rozo

lo que es morir del todo, como un cristo.

 

 

La graciosa doncella amorosa

Un monumento de amor entre tus piernas

una canción que canturreé inconsciente

un quererte más, un beso ardiente

que descubrió en mí cosas muy tiernas.

 

Una palabra al fin que me hace eternas

las dulzuras de un amor hecho valiente,

un ser de ti, la voz que a mí presiente

el universo hermoso que gobiernas.

 

Tan bella, tan redonda, boquita dada,

en plenitud desnuda viste el agrado,

tomada por su ser y en bien donada.

 

Grácil y blanca de su amor ganado

en cuyas sábanas celestes por mí fue amada

la que es virtud y gracia, mi bien amado.

 

 

La música

Tiene la música ese segundo extremo

que lleno de inspiración vivifica dentro

ese baile interior ese encuentro

de lo divino y humano en lo supremo.

 

Amiga divina del pensamiento

fluye interior cual alma del sentido,

acompaña a vivir y en cuanto ha sido

 otro mundo mejor deja incruento.

 

Ritmo, sangre, sudor, canto y, ganada,

es humana razón puesta en camino,

alboroto y tensión, alma encontrada.

 

Universal por ser de todos sino,

como diosa resplandece sublimada

en el mundo que ama, su destino.

 

 

A una descarriada

Una plaza cuesta arriba y con trabajo

que la subo y la subo y cuando acabo,

me corro a contracorriente y con el rabo

del revés puesto y lo de arriba abajo.

 

Así mi vida  y mi querer me atrajo

una patria de desdichas que hoy recabo

una gloria de poetas por el nabo

torcido el rumbo sin tomar atajo.

 

Te quiero como mía y como suya

comparto el modo en que querer nos une,

la gloria por deber es solo tuya.

 

Si en la caricia con el logro ayune

será mi lomo quien mantenga puya,

pues tú eres cierta y como amada impune.

 

 

La calle de Elvira

La plaza juega redonda en mis juegos,

tan quieta y limpia su luz me mira llana

 me da sostén de vida y así me gana

para quemar lo mío entre mis fuegos.

 

Vienen como de ayer viejos los riegos

de voces comos cristales de su campana,

suenan a su silencio por la mañana,

traen mi abrazo de juerga y mis apegos.

 

Oh placita de luz, ruidito hermoso,

que en redondo a mi vida prestas tu suelo,

mírame que al mirarme me mira el cielo,

 

en mi recodo oscuro cuánto te gozo,

toco tu mar desnuda bajo tu velo,

cuerpo redondo y mío mi gran consuelo.

 

 

El amor nace de cualquier cosa

Decían aquellos que vivían si vivos

 era un poner sobre la mar las olas,

que estar vivos siempre lo fue a solas

más que compartir paisajes redivivos.

 

Los pobres se consolaban sin más motivos

que vaciar sus almas llenas de cabriolas

de luces vacuas y soledad en manolas

por un amor tan falto de objetivos.

 

Mas hete aquí que el alma se despierta

y donde había dolor creció el olvido

y luego más que amor hubo reyerta,

que siendo el uno en dos y el dos un nido

crecioles alma tenida antes por muerta

y revivieron nuevos un pecho renacido.

 

 

Tan cerca estoy de ti que oigo tu aliento

Tan cerca estoy de ti que oigo tu aliento

me respira el aire que me dejas

dentro de mí llegas a mis quejas,

  amada eres mi confín y mi alimento.

 

Oigo tu sueño y en tu sueño siento

que voy por tu paisaje y me alejas

a tu mundo interior donde me enrejas

en una cárcel amorosa al momento.

 

El amor me llegó al pronto impresionante

tan grande fue que lo di por in creído

me hizo estar más fuera de mí que amante.

 

Ahora preso de amor y a amor unido

no quiero libertad y delirante

todo cuanto creí de ella en mí he creído.

 

 

Camino del Darro

Me voy por un camino y de ti huyo,

hacia la nada barroca donde Granada nace,

detrás de las murallas del paisaje,

como andando para mí desde lo tuyo,

 

me enfadó tu manera de mirarme

de decirme mentiras y en mi apuro

opté por andar y andar, sin ir seguro

a una meta buscada, con tu aire.

 

Y subí por ese mar profundo y blanco

de olas gigantescas de la nieve

y al hilillo de río que a pasitos viene

 

llenando el aire tan gentil, tan manso,

de la misteriosa Granada que nos tiene

en sus muros, sus huertas y sus barrancos.

 

 

La novia del escritor

Solía escribir cuando aprendí a reír,

riéndome hasta de mí con risotadas,

pasando de las tristes a las saladas,

subiéndote las faldas hasta morir.

 

Amar es ejercicio del vivir,

de juntar letras y juntar pernadas,

de abrir horizontes y cubrir amadas

y más que llorar reír y sonreír.

 

Te quiero alegre, gozosa, a mi lado

riéndome las gracias, venturosa,

te quiero a ti y no quiero otra cosa.

 

Cuando conmigo estés y sea un pesado,

concédeme el brillo de tu brocado

y yo beba tu aliento de joven rosa.

 

 

Canto a lo natural de la naturaleza

Gozo tu mundo de cristal y llano

con la dureza de la roca encuentro

 el aire ligerillo donde me adentro

lo escueto del mundo y así yo gano.

 

Veo tu luz y con tu luz yo mano

un reguero de versos que por dentro

se hacen canto y enredan en mi centro,

 fecundado el amor que fue desgano.

 

Me vence naturaleza en tal manera

que de ella soy total y enteramente

por ser quien soy y no el que no quiera.

 

Elemental raíz que en la gran mente

salió al mundo y al mundo hizo que fuera

lo que es la gran verdad en toda gente.

 

 

A mi rosa de Otoño

La vida me da fragancia y como besa,

hecha de una vez, en toda mi alma siento

que vivo solo de mí y no me miento

pues amo la vida toda que me interesa.

 

Tan bella es como flor, jugosa fresa

abre su boca a mí y el pensamiento

qué deliciosos besos qué sufrimiento

no besarla después si amor no cesa.

,

Esmeradas sus ropas y sus vestidos

la luz que acoge y que devuelve rosa,

los pétalos que embargan precavidos,

 

Fue pensarla tan bien, es tan hermosa,

sutil en sus maneras y coloridos,

que con solo mirarla mi alma goza.

 

 

La mujer

Qué mágica la mujer y esplendorosa

cuando aparece al pronto y nos arroba,

nos deja el alma rota y la mirada boba

asombrados de tanta belleza la que goza.

 

Qué lindos sus contornos y lo que posa

recogidito en su lecho de caoba,

roja del todo, que en suave seda soba

guardando su virtud pecaminosa.

 

Me aturullo, me encanto, me encamino

sin saber si me subo o me bajo,

me hago un lío tremendo y supino.

 

Quiero estar, quiero ser, quiero el trabajo

de gozarla y quererla y como el vino

cuanto más bebo de ella más me viajo.

 

 

El amor es lo menos seguro

Una sola me basta y dos me apuran,

diverge lo que converge en cosa cierta,

una puerta se abre y otra está abierta,

en apuradas sombras las sombras duran.

 

Que en amor y en la guerra se supuran

los fluidos lechosos de reyerta

y salen a luz lo que guardó cubierta

en chorros luminosos que suturan.

 

Dolido estoy de amor, en guerra huido

por los campos desiertos derrotado,

he querido mucho más que me han querido.

 

Por esto y aunque tenga gran cuidado

por doloroso tengo amar y prevenido

ya no amo del todo ni entregado.

 

 

Aleluya del amor

Sabes que así me sabes a mil delicias

que me entusiasmo y gozo solo con verte,

 aunque me sobre amor quiero comerte

pues no me sacio de ti y tus caricias.

 

No se acaben del todo tus injusticias

los reproches y locuras pues por quererte

esclavo soy de mi diosa, para dolerte

llevo la flor espinosa de mis albricias.

 

Aleluya de amor, flores que siento

que me hacen feliz y como henchido,

salud de mi alma y mi sentimiento.

 

Manantial de la vida y mi alimento,

así goce contigo como he querido

muriéndome del todo, de amor herido.

 

 

¡ Cuidado con las faltas de ortografía!

Soneto me hace amor y me lo envía

envuelto en celofán y papel de plata,

me escribe, con faltas de ortografía,

que a un soneto la falta no lo mata.

 

Desde lejos espera que su lata

haga en mí lo que no hizo su hidalguía

y devuelva a la torpe perorata

un soneto de verdad y de poesía.

 

No me escribas pomposo y lastimero

ni me llores con sonetos lacrimosos,

ríete conmigo de los osos

y entra en mí tu mundo verdadero,

que escribir es morir y estar atento

a más muerte después de estar contento.

 

 

El silencio de la campana

Llené mis campos de fuego tan dorado,

de mi inconsciencia, luz, del ansia ciencia,

hundí dibujos pintados sin docencia,

la humilde rapidez de un fugado.

 

Arrimé los hombros al verso bien rimado

y clemente quedé ya sin inclemencia,

la paciencia me armó, más la impaciencia

validó de mi fuga lo figurado.

 

También cambié en tiempos muy cambiados

y te miré furtivo tras la ventana

buscando la desnudez de tus costados.

 

Me encabritó la noche y más mañana,

más solo me quedé con versos atados

en la mudez del hombre y su campana.

 

 

Un amor quejoso y poderoso

¿ Por qué amor me hizo siendo suyo

y la mitad me dio y la otra niega,

por qué me siento indigno en la refriega

y he de consolarme a gotas en mi tullo?

 

Exagera el amor al darme orgullo

y orgulloso me veo que en lo que riega

clamo poderoso de amor y amor no llega

pues si empiezo doble en solo fluyo.

 

Avísame que amor está llamando a puerta

en horas, mal deshora, a contrapelo

amor es lo que riega y lo más fuerte.

 

De todas eres ventana medio en celo

que da menos que niega a cosa cierta

y no sabes mirar ni dejas verte.

.

 

Soneto Alhambra

 Prodigiosa poesía que sigas siendo hermosa,

sentada reina en tu salón dorado,

que pase el mundo viejo y jorobado

y tú la reina recibas decorosa.

 

Prodigiosa la lluvia que exaltas celosa

y desborda cauces en tu rincón alado,

pues vuelas quieta y el aire lo has sembrado,

del aire que perfumas como mujer preciosa.

 

Te quiero prodigiosa, tan llena de colores,

tan exquisita y bella en mirador de oro,

abriéndome los ojos tus más dulces amores.

 

Hazme cautivo a mí en negros corredores,

con las rejas y las sombras de tu tesoro,

¡ reina del poderío y los ruiseñores!

 

 

El sastre que te desnuda

Te visto y te desvisto alegremente,

locamente por ti yo visto al mundo,

me visto más de ti en lo profundo,

estaré enamorado eternamente.

 

Alegre me desvisto en el presente

y te desnudo el forro furibundo,

me ahondo en ti y acabo moribundo,

ebrio de ti me corro a lo valiente.

 

Por ti te busco y ahoyo mi interior,

como presente ofrezco mi paisaje

hecho de briega y de alegría mejor.

 

Si me hundo y abundo en mi linaje

hilos de amor me cose el cortador

sobre las tizas trazadas con coraje.

 

 

El amor es alegre y poderoso

Siempre estoy radiante como el sol,

alegre como mañana lisonjera

llevo con fortaleza mi primera

nostalgia amante de aguerrido rol.

 

Te quiero firme como el español,

en escuadrón resuelta mi bandera

por ser mi amada y aunque no tuviera

el goce tuyo cantaría en bemol.

 

Pues te quiero y me gustas sobre todo,

siento que estoy de ti enamorado

llevo con alegría este pecado

de amarte de verdad y cuando a modo

de correspondencia entusiasmado

gozo con vista lo que no he gozado.

 

 

A tu paso me llevas

El goce con que miro y me divierto

viene de ti al verte enamorada

pasa sin tiempo en la mujer gozada

entra en la mar serena de tu puerto.

 

Te quiero verde como el poeta advierto

con locuras de tu agua acostumbrada

a pasar por mi lado meneada

con caderas y rumbos de tu aserto.

 

Como mar, como agua, por sediento

en la frescura del calor viene mi amada

me ata su yugo al beso que presiento.

 

Bebo sin descansar y aún no gozada

en mí la siento mía y si me miento

la mentira es verdad cuando es gustada.

 

 

El amor es libre del todo

Amor no tiene vergüenza ni la conoce

pues solo viste de sí cuando es desnudo

y más parece que dio de lo que pudo

quien solo quiere estar roce con roce.

 

Si en frescas laderas danza pone una pose

de hacer y deshacer entuertos en un nudo,

aprieta y goza en su cantar muy rudo,

pues lo lindo se vuelve duro en su goce.

 

La libertad es su mundo y es su manera

no entiende de leyes ni de contiendas,

se da por libre y en cuanto fuera

 

correspondido vuelve a sabiendas

que repetir es lo suyo, jamás espera

arrepentimiento quien no es de enmiendas.

 

 

Los paisajes que amé

Quiero ponerte en mí y tú me veas

tal como soy y no soy para quererte

hacer de ti mi bien y por ponerte

quiero ponerme en ti y así me creas.

 

Quiero pasar mi mundo donde tú seas

en los segundos anchos delicia el verte,

gozar de ti y por gozar moverte

a contemplar mis ojos y tú me veas.

 

Con luces y sombras el bien amado

vive en nosotros nuestro lado eterno,

pasa de amor a lo que amor ha juntado.

 

En los amantes posa el fuego interno

y anima y dura el calor de enamorado

crisol tan bello y rostro tan fraterno.

 

 

El fiero amor

Ama naturaleza en modo cierto,

con la verdad que vive nunca engaña

de manera total jamás empaña

el amor verdadero que a ti he abierto.

 

Es fiera y veraz, clamor y puerto,

cambiante en la rutina, beso que daña,

mas vuelve a ti con toda su entraña

y la entrega total al descubierto.

 

Tan fiera como amor son los deseos,

deseo tenerte y hacerte mía del todo

como un volcán herido en mis meneos.

 

Me busco en ti y en ti hallo acomodo,

si me acostumbro a besos y devaneos

 no es solo por placer, te quiero a modo.

 

 

Carlo Maratta

El amor es un monte Olímpico para los dioses

Tu cuerpo es monte cálido al que me arrimo

subo por sus riberas de curtidores,

abro la flor de loto de sus candores

beso en cada miasma con todo el mimo,

 

te quiero por ser constante y así me animo

a más quererte más mi bien de amores,

tu nombre me ha sacado los colores,

vivo pendiente de ti y me redimo.

 

 Verdad del mundo que ante mí ha pasado,

 pues pasó amando la mayor de las veces,

llenó de amor el mundo y lo ha colmado,

 

rebasa amor, mientras, si no falleces,

pues todo es gozar de enamorado,

 tiempo que no lo amaste: estupideces.

 

 

El ajo arriero

A veces el escribir es un deleite

cuando te escribo a ti enamorado,

cuando revivo mi verso desatado

y mojo el pan en delicioso aceite.

 

Y más gustoso me pringas con tu afeite

que más bella te luce y mejorado

redobla amor en mí multiplicado

el gusto de gustarte mi ajiaceite.

 

Soy más basto que el ajo de arriero,

más duro el pedernal de mi pecado

y más dureza cuanto más te quiero.

 

Eres tan bella, tan linda, que me muero,

no lo digo por decir mira qué ahorcado

está el palo de la horca, después de fiero.

 

 

Venus y Afrodita

Claro que sí hermosa mía estoy al corriente,

todo lo tengo atado y en consecuencia

todo es más fácil así pues esta ciencia

a todo lo simplifica escuetamente.

 

Por ti no dudo estar mi día viviente,

con muchas horas pasadas con paciencia,

no dudes pues de mí, doy advertencia,

la poca fe es mal de intransigente.

 

Cree en mí y quítate la ropa,

desnuda estás para mí mucho más bella,

desnúdame tu cuerpo y en mi copa

 

bébete la dicha mía que por ella

corre el elixir de amor como una tropa,

pues solo soy tu amante, tú eres mi estrella.

 

 

Brindis a manos llenas

Por una mujer alzo mi copa y brindo al mundo:

este amor es para ti a gran distancia

la soledad que me deja tu prestancia,

rubicundo de amor, lleno y profundo.

 

Por una mujer me descubro moribundo,

 de ella doy más de mí que de su estancia,

 la soledad me huele a su fragancia

y alzo mi copa que abunda en lo que abundo.

 

Abundo en ella y en ella disoluto

cambio mi dicha en mi azar cambiado,

y doy por hecho lo que fue soñado.

 

Este amor que es tan grande e impoluto

en ella advierto que me fue prestado

y acabaré mi días como un triste puto.

 

 

Las tres graciosas venus

 Las tres gracias encuentro y me alboroto

llegan al pecho y en el pecho cantan

como lo bello que a lo feo espantan

desnudas de verdad para la foto.

 

En un claro del bosque donde el loto

aflora blanco entre cañas que levantan

las doncellas desnudas soliviantan

mi desnudez vestida que me froto.

 

Oh gracias tan gentiles, mullidas, lindas

cogidas de los dedos en la luz pintados,

oh culos tan regordos regalados

de hoyuelos primorosos, cual celindas,

blancas y carnosas, sobre prados

para mis labios sus tetillas guindas.

 

 

La morena de ojos grises

Una morena etérea como niebla,

en los momentos duros de mi vida

diome razones suyas la atrevida

y cumplió mis deberes de repuebla.

 

Una joven altiva que aún me puebla

la mente y los deseos por perdida

la encontré y me dije de seguida

¡ qué bien me sabe el cuerpo que la amuebla!

 

Me tiene por gozada y como cierta,

suyo soy ya suya mi herida

del corazón en mi pecho abierta,

 

llagó mis llagas, cubriome enseguida

el mal de amor de su amor la puerta

entrando en mí sin darme la salida.

 

 

Rotunda desnudez

Desnuda desnudez  hoya fecunda

a donde aflora la dicha al rescate,

paraíso de los dioses y del orate,

graciosa, elemental, vida rotunda.

 

Donde lo corto sobra y el cuerpo abunda

salido para dar si el otro acate

la donosa virtud que lo arrebate

a gozarla y a vivirla en la coyunda.

 

Sin nada que oponer y a simple vista

estás mejor desnuda que vestida

y es cierto aquello que daría mi vida

por tenerte en esta hora así de lista,

para llenarme y consolar mi herida

con tu espléndida desnudez de hedonista.

 

 

Madrid

Preciosa, cuando vengas a Madrid será mi día,

los rayos de mil soles verán tu encuentro,

esplendoroso el mundo desde adentro

lo llenarán tus besos y tu alegría.

 

Conocerán mi prosa y mi poesía,

lo que es amar del todo desde el centro

la puerta del sol será epicentro

de tu mundo de verdad y de armonía.

 

Madrileña fetén, gloria del mundo

que paseas tu belleza con donaire

mírame graciosa como tu aire,

siente por mí desde lo más profundo

el placer que desprendes al socaire

y lléname más de amor que en tu gracia abundo.

 

 

Los hijares de las  hijas

Hijitas mías queridas cuando os digo

me muero por besaros y por teneros

no me creáis del todo solo con veros

más que morir revivo y lo consigo.

 

Lo consigo al miraros cuando os sigo

 y a teneros por mías cuanto es quereros

gustar de lo gustoso y padeceros

después de lo gozado que maldigo.

 

En los platos los higos como frutos

saben dulces, redondos, resalados,

graciosamente verdes y colorados.

 

 Mas en la higuera de verdad, con lutos,

 cuelgan altos, negados, como ahorcados,

sin más manos que el sol, ásperos, brutos.

 

 

Las malas noches

Me suelo indisponer algunas veces

y paso la noche atado a una mentira

creo que soy bueno y el mundo ni me mira

 paso la noche mala entre mis preces.

 

De todo cuanto es verdad en lo que ofreces

solo tu victoria alada en ti suspira,

enamorada de ti arde en su pira

y el aire lleva el humo con que reces.

 

Somos nosotros y nuestros brazos armados

aquello que nos honra y da la vida,

nunca palabras de otros aún soñados

versos extraños que nos den cabida.

El hombre por su esfuerzo se levanta

y cuanto de hombre es solo él canta.

 

 

Don melón

En carroza de esmeraldas en el huerto

un melón en la tierra meditaba,

su barriga de oro se llenaba

y él tan dulce quedó como tan cierto.

 

Perfumado como a pan recién abierto,

manjar de lo aquietado condensaba

un tiempo delicioso y se entregaba

jugoso, elemental, contra el desierto.

 

Tomábanlo por tonto y es mente sola,

sin piernas, sin nariz y sin miradas

elipsis primordial, gran universo.

 

Sorpresa que dio la huerta y trae cola,

primo de pepinos y confitadas,

si olvida a su familia y hace un buen verso.

 

 

Los gozos y las sombras

Saber que amar es largo recorrido

que el alma hace a ti de ti amado,

entrar en un torrente deseado

gozar de parte a parte en lo querido.

 

Yo te amo, por eso he venido

para traerte en mis manos como agrado

a cuanto yo de ti en ti he gustado

y estoy por ti en ti aún consentido.

 

Si tú por tu querer gozoso,

en arte y parte en el querer has sido

a quien más quise y con amor gustoso,

 

no rebanes en mi alma porque herido

dejaré de quererte, más quejoso

y volveré a no amar y a estar huido.

 

 

Solo la muerte es error

Qué bien perdí mi tiempo con amigos,

y con mis faltas qué hartura me llené,

qué bien errar, vivir, cuando yo amé

y qué mal si echo en falta a los enemigos.

 

Tomamos como mal y por castigos

lo que naturaleza ensalza y en lo que cree

y no no damos cuenta que nuestra fe

 es amar y solo amar sin más abrigos.

 

El pasado no fue nuestro error,

aunque tal cosa nos parezca

y en el presente nos dé dolor.

 

Pues fue vivir en lo que crezca

y si ésta aún crece con amor,

bien vale la vida aunque perezca.

 

 

Anatomía de un enamorado

Dentro de mí a montones con mis huesos

las venas retorcidas se hacen jirones,

tragan saliva, el alma en nubarrones,

sacude el mundo un temblor de tentetiesos.

 

Todo es ritmo y canción, besos y besos

en alambique amor y en los tostones

picores de sabuesos y gorriones

las carnes sacudidas por excesos.

 

Mi esqueleto de grande calavera

a la vera de ti, estando juntos,

como alfombrado mar, como la era

donde el amor nos quiere y como yuntos

rumiadores de yerbas en salmuera,

amorosos del todo, quietos, difuntos.

 

 

 Después de acabado vino más gana

Cómo después de acabado dio mas gana,

que el amor a despecho no es por mucho

sino por quererte a ti con arrechucho,

por hermosa, por morena y por cubana.

 

Una vez en mi vida vi a mi hermana

tan cerca de la mar y su calducho

y en eso de besar volvió me ducho

pues besa de increíble filigrana.

 

Me besa con pasión y con deseo,

florece la virtud nunca el pecado

pues llena el corazón de cuanto veo.

 

Y eso de dolor después de amado

más que de amante es de aquel meneo

por solitario hacer según contado.

 

 

La soledad empalaga

Solo te tengo a ti si no lo sabes,

mis pasos por el mundo son como vuelos,

sin materia ni sombras, sin perfil de cielos,

un día en una noche, donde empieza acabes.

 

Te tengo en la constancia del sabor que sabes

en la renuncia a mí, y por llevar los velos

de ser cuanto no soy, del amor y celos

te hago mía del todo sin que amor recabes.

 

Te tengo a ti como lo mejor del mundo

aquello que en el mundo siempre estuvo conmigo,

aún sin saberlo, te busco en lo profundo,

 

te quiero por que sí, como voy al amigo,

ni en la ganancia ni en el amor me fundo,

solamente en llegar y besarme contigo.

 

 

El mar y mi amada

Si para mí el mar abrió su arco

y en contra de ese mar hundí mis velas,

en la cernida arena conté quimeras

y en esa mar tan ancha perdí a lo ancho;

 

el mar me empuja hoy hacia mi canto

y en cantos de verdad rompe mis nieblas,

fugaz y locuaz solar me da riveras

donde sus olas amargas saben a llanto;

 

estoy de mar sediento y prevenido,

el ajedrez de orca en mar me tiene

en juego suplicante a ti unido,

 

ay seda inconsistente de olas verdes

que visten como tú y me han ceñido

a riveras de amor, perdido siempre.

 

 

El reto

Te prometo amor seguirte parte a parte

si al escribirte ahora en mal momento

cambia mi estado tu nuevo pensamiento

y haces de mí otro hombre con tu arte.

 

Otro hombre es el mismo que al amarte,

 vivirá lo cerca lejos, parado el viento,

caliente en la friolera de su remordimiento

 desolado y veraz, feliz al darte.

 

Escribir me es vivir y me da vida

me borra al ser leído mi otra historia,

me hace y me rehace por vivida

una vida distinta a mi memoria,

no soy el otro ni me da la gloria,

 pero sueña un futuro sin medida.

 

 

Me salvó una flor llena de espinas

una fragancia airosa y delicada,

me salvó del mudo dolor de nada,

como mujer hermosa por las esquinas.

 

Me desnudó vestido de las inquinas,

los fragmentos del ser en que acabada

mi alma lloró su soledad, olvidada,

y alegre me regaló sus alas finas.

 

Volé para soñar, para volar soñé

un mundo me inventé donde no había nada,

para ser profundo a lo etéreo pasé.

 

Pasé a mi flor desnuda e idolatrada,

y en sus pétalos por siempre quedé

salvado por la belleza encontrada.

 

 

El amor a sí mismo

Si yo fuera mi amigo y yo me amara

si pasara conmigo horas vividas,

si me dijera cosas bien sabidas

si yo fuera otro ser en quien me aupara.

 

Si mi tiempo a mi mismo me contara

y en cuanto al mal soluto y a mi vida

con mi alma azotada y perseguida

diera la vida en ella y yo luchara...

 

Y esto, no lo parece, es realidad,

no somos amigos ni nos queremos,

ni nos tomamos en serio de verdad.

 

Defendemos lo nimio y nos perdemos

por nos buscarnos nunca en seriedad

ni amarnos con el bien que merecemos.

 

 

El amor es un loco atrevido

Porque te quiero y en parte es mi arte

porque te quise y sin saber queriendo

estás conmigo y en ello estoy muriendo

porque no estés tampoco de mi parte.

 

Porque soy yo quien por ti al amarte

la vida dejo y dejola sabiendo

que ni me amas ni amarás pues viendo

lo nulo de la ilusión en ti acabarte.

 

Amor eres ingrato y consentido

gustas de no gustar y estar conmigo

aún siendo tú de todos mi preferido,

 

ahoyarás con mi frente en tu olvido

mi vida perecerá como el amigo

que deja a su razón de amor herido.

 

 

 Matar el gusanillo del tiempo

Voy a llegar tarde de todos modos

por más que quiera correr y el tiempo vuele

se adelanta el dolor donde más duele

la vida inexorable nos lleva a todos.

 

Se secarán las fuentes, olerán los lodos

el viento árido y fuerte como más suele

lamerá las raíces del pelele,

todo es pasivo e inútil sin acomodos.

 

El tiempo ni se estira ni se acaba

sencillamente pasa y nos arrolla

nos deja heridos en donde más gustaba.

 

Pasaba, pasó y gustó y nuestra olla

se queda absorta, parada si recaba

que nada puede hacer, nadie la apoya.

 

 

El amor de mi alma

 Yo solo puedo amar a quien más ama,

en la grandeza el tiempo sin medida,

lo grande es lo que me da la vida,

quien dice la verdad su bien proclama.

 

Yo solo puedo estar como la llama

que en el fuego se consume desvestida,

danzar de amor, de amor estar vencida

dentro de la delicia que la inflama.

 

Tengo por norte mi bien puesto en lo alto,

por mi ventura la vida al día y corriente

la mágica virtud de su gran salto.

 

La eternidad me guía en lo sapiente,

me encuentra a mí y lléname en lo falto:

yo solo amo a quien me amó de frente.

 

 

Sonetos esenciales

Sonetos son esencia y son mirada,

quizás la última mirada irrevocable,

rincón de amor y miedo insuperable,

esencia de una voz que fue llamada.

 

Condensan los vocablos y bien pensada

esta esencia del verso se hace amable,

pues lo bueno es poco y razonable,

medida generosa y bien rimada.

 

Tienen número y arcana es su figura,

los moldes de lo clásico es lo valioso,

pues no opone a rigor poesía pura.

 

Y si cuestan al principio es gozoso

el bien que pronto dejan a la locura

de hacer de amor un acto cuidadoso.

 

 

Sonetillo de corrido

A veces vuelo y a veces voy de abrigo,

me pierdo más cuando sufro en menos,

si abigarradamente no consigo

besar la belleza en sus grandes senos;

porque el amor es más de lo que digo,

ya sea por obra en la virtud, por buenos,

cambian los versos y en lo que aún prosigo

llegan a lo impensable y nuevo fin ajenos.

Me queda un mundo para soltar mi rima,

que en esto de escribir y su destreza,

más corre el viejo que lo que el joven anima

y que en llegando a meta y sin pereza

con más soltura el viejo se aproxima

a decir lo que dicta sutileza.

 

 

Soneto a un amorcillo que lisonjea en mis orejas

Necesito que me cubras con tus besos,

con tus palabras quiero desvestirme,

necesito tus dardos para herirme

dulcemente en tu amor y en tus excesos.

 

La abundancia de amor cubre los sesos,

en bien hace y por ello quiero asirme

a la virtud sin ataduras para uncirme

al sexo sin pudor que libra presos.

 

Es virtud la dádiva lisonjera

que enternece y apura sus miradas

al decirnos requiebros, que nos quiera.

 

No son más las palabras desbordadas

si nos aman el cuerpo como hiciera

el mismo cuerpo y sus caricias dadas.

 

 

Un soneto que no dice nada

Soy tan bello y luego tan distinto,

que soy de mí el mundo inmensurable,

soy la palabra, el ruido inabarcable,

pues soy en todos, calor de un fuego extinto.

 

A veces modo y el aire en que indistinto

el ser y no ser se hace detectable,

soy el poema la flor inexplicable,

el hambre soy, regalo del instinto.

 

Si vengo a mi manera o no me vengo,

parado estoy por siglos me consumo,

yo soy del ser el hombre al que asumo

en un sueño de amor y lo contengo,

por ser no soy y por no ser sostengo

que soy el bien, extremo al que me sumo.

 

 

La juventud de los ríos

El átomo es eterno y la virtud su amiga,

por los corceles y bridas de tu plata

el suave brillo, en fresca catarata,

mi ansia calma y tu verdad me obliga.

 

En ti, y en tu sendero, sin fatiga

bajo el buen gusto de elemental cantata,

sobre las preces de oro se retrata

el universo entero, el que tu espejo abriga.

 

Oh campo recordado desde el amor vivido,

de juventud regada y en alas transitado,

oh limpio tu rumor de luces recorrido.

 

Por tu sentir, el aire renovado,

el tiempo humilde pasa y no es sentido,

mas vive el alma, eterna, sin pecado.

 

 

Juventud

Oh juventud llama amorosa

que en fúlgidas fuentes te consumes,

que acercas la virtud, alma gloriosa,

 lugar para el amor, grandes confines.

 

Perfecta la unidad que te sostiene

y la armonía que en tus labios besa,

tan grande la virtud, donosa, presta,

que a tu gracia convoca con sus fines.

 

Es vestidura del alma hermoso el cuerpo

en que arrogantes belleza y armonía,

grandes hace a soledad y a compañía,

 

alegre luce la vista y la compensan,

por cuanto amar es fácil y con agrado,

sosiega al mundo y al mundo ha gustado.

 

 

El amor herido siempre es abundante

Quiero herirme de amor y estoy herido,

como un ciervo por dardo ponzoñoso

caigo de amor y en amor hallo reposo

boquiabierto, tembloroso, enloquecido.

 

Quiero herirme de amor y consentido

colmarme quiero de la virtud, su esposo,

casarme con amor es ser dichoso

al tiempo que gozar lo más querido.

 

No quiero un nombre ni una virtud de enseña,

ni un camino de elegidos es lo que espero,

quiero querer como el que ama y sueña,

 

y gustar de mi amor con gozo fiero,

que nunca acabe de gastarse pues empeña

en darme sin medida a quien yo quiero.

 

 

 

La vida

La vida entera es solo una oportunidad,

la vida sin miedo y sin destemplanza,

enteramente vivida, con toda el alma,

la única meta es su continuidad:

 

día a día, en todo y en todos es ¡ dad!

imperativo el amor que os abrasa

como fuego que el corazón ensancha

y dulce duerme en la eternidad.

 

Un momento, un instante, es infinito,

cabe todo en un microsegundo,

y luego brota en gigantesco hijo.

 

El Universo está en cualquier mundo

si ha vivido con amor y bien contrito

por aquel que entendió lo más profundo.

 

 

No sé si son catorce o más los versos

Soneto es el modo en el que hablo,

augusto, exacto, en su bondad medido,

antiguo arcángel con canas enaltecido,

veraz razón escrita que me entablo;

 

por mi verdad, al discurrir el vocablo

con gravedad me pinto esclarecido,

digo locuaz y acabaré pulido,

 objeto de mis versos en un retablo.

 

Como copos de la nieve que cayendo

ponen lomas de armiño inmaculado

así el discurrir poemas construyendo

en libertad, sin oponer, heme cantado.

Mas ahora al uso en plenitud escribiendo

sonetos digo para acabar sentado.

 

 

Al joven poeta irónico

Serenamente tú y por de frente,

la tierra es cascarón que suena a hueca,

delante de lo tuyo todo es ausente,

detrás no cambies porque la vida trueca;

 

no cumplas por limpieza tu paisaje,

ni al alma tuerzas su perfil dorado,

solo es cristal tu claro desmontaje,

tan solo tú transitas por el prado.

 

Serenamente tú, tu alma alerta,

por ti serán los valles más profundos,

convierte en polvo a la divina puerta.

 

Si el amor es belleza entre dos mundos,

sólido es tu estigma y es cosa cierta,

ama la paz en tus cantos fecundos.

 

 

El soneto de las sombras

Soneto en sombras, la mirada al viento,

rotura de un viejo amor, mural herido,

luna, y no es de noche, sueño aterido,

razón oscura la que ahora siento.

 

Ciprés que ahuyenta mi sentimiento,

 entre nubes y estrellas, según subido,

caen las horas negras y a él salido

 mira el cielo inmortal mi pensamiento.

 

Por las cuatro esquinitas de la escalera

suben los viejos sueños y las pasiones,

y bajan el mundo de ayer y el que no era.

 

Jardín de la noche de mis canciones

 que indaga entre sombras para que muera

la inocente verdad de aquellos sones.

 

 

Otra vez con mi Rosa

Es tan bello mirarte y rodearte,

oler tu aroma recibir tu esencia

saber que eres mi amor y eres mi ciencia,

regalo de los dioses para amarte,

 

 es tan bello tenerte y desearte

sentir en mí tus halos de prudencia,

amar para saber, tu gran conciencia,

sencilla, elemental, llena de arte,

 

rosa de los jardines hechos de sueños,

labios rosas de piel embelesada,

rincón de amor, de gráciles empeños,

 

por tu hermosura y en tu rubor ganada

en ti mira mi vida y en mis ensueños

estás por siempre tú, la más gozada.

 

 

JOSÉ MARÍA TORRES MORENILLA


 

 

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Madrid, junio 20, 2022

 

 Ilustración: dibujos y fotografías de flores de mi jardín por José María Torres Morenilla, Apolo y Dafne de Carlos Moratti, , Venus de Giorgione, Lección de Anatomía de Rembrandt, Juan el Bautista de Leonardo da Vinci, Cuadro de Paul Delvaux, Ragazzo de Giorgione, Venus y Cupido de Alegoría de Agnolo Bronzino, "La Venus de Urbino" de Tiziano y las tres gracias de Botticelli. .

 

© José María Torres Morenilla